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¡Cae el campeón! El Tricolor se regresa en primera ronda de Río 2016

Brasil (ESTO).- El camino hacia el oro se acabó, no habrá defensa y menos medalla. En los objetivos a inicios del año estaba subir al podio ya fuera en primer, segundo o tercer lugar, pero de no concretarse y ser eliminados en la fase de grupos, el fracaso mexicano se consumó.
Cuando el Tricolor regaló su mejor versión –futbolísticamente- en estos Juegos Olímpicos, Corea enseñó que el futbol no es de justicia y menos de merecimiento, pues cuando los surcoreanos regalaron un pésimo encuentro, encontraron solamente una sola llegada y con esa mataron, ejemplo de mentalidad a la hora de concretar.

En cambio, México fue el dominante, creó más manifiestas, llegó, atacó, se concentró y tenía un mejor futbol, pero eso no es suficiente, nuevamente la falta de contundencia los echa de otro torneo internacional. Cierto fue la falta de Oribe Peralta y Rodolfo Pizarro, pero hoy ni Chucky, Cisneros, Bueno, Gutiérrez y Cubo pudieron perforar las varias que tuvieron.
México se marcha con las manos vacías y ve cómo avanzan Corea y Alemania a la siguiente ronda. El oro quedó vacante, el campeón claudicó, el campeón regresa a casa porque está fuera.

EL JUEGO
El 0-0 al entretiempo enfadó al brasileño, a las gradas, a la Torcida de Brasilia. Así que los aplausos se los llevaron al medio tiempo los baloneros, los “gandula”, por lo que las ovaciones que escuchó a través de la transmisión fueron para ellos y no para mexicanos o coreanos que se fueron a las regaderas sin poder abrir el marcador.
Exigentes como solo ellos suelen ser, los brasileños así refutaron el pobre espectáculo entre ambas selecciones, se durmieron, reprobaron la primera mitad y con aplausos sobre los baloneros se burlaron de los dos equipos.

Sin embargo, México aprendió del pasado y más de lo ocurrido frente a Fiji en la primera mitad allá en Salvador de Bahía. Salió concentrado, preciso, atento a cada movimiento y del rival. Le robaron las espaldas a los surcoreanos. Con centros y paredes el Tricolor tuvo un mejor desempeño, que a casi nada capitalizaban con anotación.
Corea en tanto, salió nervioso, como que no quería nada y sabían que el empate los beneficiaba. Estaban imprecisos, perdían muy fácil la marca y las pelotas, el Tricolor era el desequilibrante, que basados en el orden Marco Bueno disparó a las manos del portero Gu.
Érick Gutiérrez no perdía su ritmo y con pared de elaboración con Bueno lo desarmaban. A él continuaba César Montes que por las alturas remataba de cabeza un tiro que pasaba cerca y enseguida el mismo Guti y Torres Nilo filtraban pases al corazón del área en busca de anidar. México, sin ser un peligro total, sí abrumaba a los surcoreanos, que sin pelota y dominio querían que finalizara la primera mitad para replantear. Al momento, el “Potro” lucía tranquilo, su equipo le dejaba un gran sabor y sus chavos lo mantenían sereno y más cuando Cisneros, Ponchito y Gutiérrez se la rifaban, no dejaban ninguna pelota por perdida.
Al complemento, los aztecas se enteraban que Alemania vapuleaba 5-0 a Fiji, así que no había de otra, tenían que ganar sí o sí. Por ende ingresó Hirving Lozano y a la banca iba Ponchito. México adelantaba líneas y atacaba con “Cubo”, “Chucky”, Bueno y Cisneros. Inmediatamente Lozano refrescaba, era el más buscado y rápidamente surtía pases por la izquierda. De Corea ni sus luces, su velocidad y habilidad quedaba en el vestidor, nada que ver con la versión ante Fiji y el emocionante empate ante los teutones. El Tricolor nuevamente se hacían de las acciones y llegó un gran tiro de Cisneros que se estrelló en uno de los palos. El gol se ahogó.
México era el necesitado y lo hacía bien, pero el gol no les podía sonreír. Raúl López veía su debut y a la banca iba Marco Bueno, pero antes Chucky era derribado cuando entraba al área, tiro libre que el animado Carlos Cisneros cobró y la pelota no alcanzaba a bajar. Corea se salvaba.

La recta final entraba al partido, los nervios mexicanos estaban al por mayor, la defensa del oro se tambaleaba y no por perder u ofrecer un mal partido, sino por el empate y la diferencia de goles que estaban en contra de México y beneficiaban a los asiáticos. Corea no fue mejor. Sin embargo, el futbol nunca es de justicia o merecimiento. El que no hizo nada marcó oportunamente. El número 16 del rival se abrió espacio, se quitó a Lozano y después a Aguirre para sacar una recta difícil de contener para Talavera. Gol oportuno y nada justo para México.
Ahora con el tiempo como un rival más, Fierro ingresó al terreno de juego, Torres Nilo era el sacrificado y Alemania no se apiadaba de Fiji, la eliminación era cuestión de minutos, pero ahora los nuestros no lo hacían mal. La desesperación invadía a los nuestros, Pérez y Cisneros todavía tenían fe y Lozano no controlaba la ansiedad, por frustración fue echado por roja y Corea se salía con las suyas, el discurso del “Potro” no llegó y su diálogo de “ganar y ganar” solamente quedó en el tintero, quedó para la posteridad, pues México cayó y fue enviado a casa sin medalla y desde la fase de grupos. Vaya año Tricolor, humillación en Copa América Centenario y eliminación en primera fase de Río 2016.

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