EUA (Economía Hoy).- En un intento por desacreditar la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la posible injerencia rusa en las elecciones de 2016, los diputados del Partido Republicano obligaron al Departamento de Justicia a publicar una serie de memorandos escritos por Comey sobre sus reuniones con Trump. Su teoría, que Trump y la cadena Fox News habían repetido insistentemente, es que el contenido de dichos documentos estaba clasificado, y por lo tanto, Comey violó la ley al hacer su contenido público en entrevistas a los medios y en su reciente libro, «Una lealtad mayor».
Bajo la amenaza de un «impeachment» si se negaba a publicarlos, el vicefiscal general, Rod Rosenstein, entregó los informes al Congreso y a los medios. En ellos se puede ver claramente que no estaban clasificados, lo que desmonta las acusaciones republicanas. Pero sus contenidos han sacudido a Washington, ya que dejan la imagen de Trump mucho más comprometida de lo que ya estaba, y podrían convertirse en pruebas de una investigación criminal sobre si Trump intentó conscientemente obstruir las pesquisas.
Presiones al FBI
Trump «dijo que estaba intentando dirigir el país y que la nube negra de este asunto sobre Rusia estaba haciendo eso difícil», escribió Comey en un memorando sobre una conversación que ambos tuvieron el 30 de marzo de 2017, semanas antes de que el presidente le despidiera. Once días después, Trump presionó nuevamente a Comey sobre el tema. El presidente dijo al entonces director del FBI que «él estaba tratando de hacer su trabajo por el país, visitar a líderes extranjeros, y que cualquier nube, así fuera pequeña, se interpone en eso», escribió Comey, refiriéndose «al tema de Rusia».
Los memorandos, que Comey escribió inmediatamente después de varias reuniones con Trump en las semanas que siguieron al comienzo de su gobierno el 20 de enero de 2017, muestran a un presidente sumamente preocupado por el impacto de la investigación sobre la injerencia rusa en la elección del año anterior.
Comey deja claro en sus escritos que estaba incómodo con la presión y que no era completamente apropiado, aunque en aquel momento no alegó que el presidente hubiera quebrantado alguna ley. Pero Comey nunca se comprometió a aflojar en la investigación, que sigue revisando una serie de contactos sospechosos entre la campaña de Trump y Rusia.
Pero el tema que más parecía «obsesionar» a Trump, según escribió Comey, era la historia aún sin confirmar de que los rusos tenían un video de él con prostitutas en un hotel de Moscú. «El presidente dijo ‘este tema de las prostitutas’ no tiene sentido», escribió Comey. Sin embargo, Trump también dijo que el presidente ruso Vladimir «Putin le había dicho: ‘Tenemos algunas de las más bellas prostitutas del mundo'», anotó Comey.
Semanas después de su última conversación, el 9 de mayo, Trump despidió a Comey y dijo en una entrevista dos días después que lo había hecho en parte por su disconformidad con la investigación rusa. Aun así, mucho de lo que está en los memos, entre lo más destacable la demanda de que Comey le fuera leal, ya era conocido, aunque los detalles de los documentos pueden reforzar la investigación que dirige Mueller.
