(El Financiero) Cuba pareció bloquear el acceso a algunos sitios de redes sociales el lunes, mientras que decenas de manifestantes permanecen bajo custodia y las autoridades reprimen la disidencia luego de las manifestaciones masivas más grandes en años.
La empresa privada de monitoreo de internet NetBlocks aseguró que las redes sociales y los sitios de mensajería como Facebook, Instagram, WhatsApp y Telegram se estaban interrumpiendo parcialmente en la isla comunista estrictamente controlada.
Horas antes, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel culpó a las redes sociales de avivar las llamas del descontento que estallaron en protestas de fin de semana. Facebook no respondió de inmediato a un correo electrónico solicitando comentarios.
El gobierno cubano “no pondrá la otra mejilla a quienes nos atacan en línea o en el mundo real”, escribió en Twitter. “Evitaremos la violencia revolucionaria, pero reprimiremos la violencia contrarrevolucionaria”.
El gobierno no ha dicho cuántas personas han sido detenidas, pero Cuba Decide, un grupo a favor de la democracia en la isla, publicó una lista de 57 personas que, afirmó, habían sido arrestadas o estaban desaparecidas. Entre los desaparecidos estaban José Daniel Ferrer y su hijo, ambos activistas del grupo disidente Unión Patriótica de Cuba, o UNPACU.
El domingo, miles salieron a las calles para denunciar el aumento de los precios, la falta de productos básicos y los frecuentes apagones. En raras manifestaciones públicas de ira en una isla que castiga la disidencia, hubo saqueos esporádicos y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. En un incidente, la multitud volcó un coche de policía.
El lunes, Díaz-Canel culpó de la ira al embargo comercial de Estados Unidos, que, según dijo, estaba privando a la isla de combustible y provocando cortes de energía. Cuba también está viendo un nuevo pico de casos de COVID-19, que han requerido que el gobierno canalice la electricidad a hospitales y centros de salud a expensas de los cubanos comunes, dijo.
Díaz-Canel también afirmó que la conservadora “mafia” cubanoamericana de Miami estaba alimentando los disturbios.
Regla de partido único
Cuba ha estado bajo el gobierno de un solo partido desde su revolución de 1959, y recientemente se ha enfrentado a un hambre creciente después de que su economía se viera afectada por una caída en los ingresos turísticos durante la pandemia. En 2017, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció el embargo, lo que dificultó el viaje de los turistas estadounidenses a la isla.
Cuba introdujo el año pasado reformas económicas de emergencia en respuesta a la recesión, eliminando algunos subsidios, ajustando precios y salarios y poniendo fin al sistema de doble moneda.
Las protestas representan uno de los primeros grandes desafíos para el liderazgo de Díaz-Canel, quien asumió el cargo en 2018 y reemplazó a Raúl Castro como jefe del Partido Comunista de Cuba en abril.
Díaz-Canel reconoció que había razones “legítimas” para que los cubanos no estuvieran satisfechos, pero también dijo que las protestas eran parte de una “guerra no convencional” respaldada por Estados Unidos, como la que, según él, había provocado protestas en Venezuela.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró que los manifestantes están “haciendo valer con valentía los derechos fundamentales y universales”.
“Apoyamos al pueblo cubano y su clamor por la libertad y el alivio del trágico control de la pandemia y de las décadas de represión y sufrimiento económico a las que ha sido sometido por el régimen autoritario de Cuba”, dijo.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pidió a Estados Unidos que ponga fin al embargo “injusto” y se ofreció a enviar medicinas, vacunas y alimentos a Cuba si su gobierno solicita ayuda.