Afganistán (Informador).- Un grupo de insurgentes mató hoy a cinco trabajadores del Gasoducto Turkmenistán-Afganistán-Pakistán-India (TAPI) y secuestró a otro en la provincia sureña afgana de Kandahar, en el primer ataque contra este proyecto regional que se encuentra en fase de construcción.
El ataque se produjo sobre las 10:00 hora local (5:30 GMT) en el distrito de Maiwand, cuando los empleados del TAPI, entre ellos desminadores y topógrafos, trabajaban sobre el terreno, dijo a Efe el portavoz de la Policía provincial, Zia-ul-Rahman Durani.
«Los trabajadores del proyecto TAPI sufrieron un ataque terrorista esta mañana por parte de enemigos armados, en el que los insurgentes mataron a cinco de ellos y secuestraron a un sexto y se lo llevaron con ellos», detalló la fuente.
De acuerdo con Durani, los propios empleados habían rechazado recibir protección policial por considerar que no estaban en peligro.
La Policía ya ha lanzado una operación para tratar de rescatar al rehén.
El TAPI nació en 2015 por iniciativa de Turkmenistán, país que cuenta con la quinta reserva mundial de ese hidrocarburo, con el objetivo de llevar gas desde los yacimientos turcomanos de Galkinish hasta la India para 2019.
Hasta el momento se ha completada la primera fase del proyecto, con la instalación de 214 de los 1.814 kilómetros del proyecto.
En febrero comenzó la construcción de los de 816 kilómetros de la segunda etapa, que cruza cinco conflictivas provincias afganas, entre ellas Kandahar, y que llevará el gasoducto hasta Quetta, en el occidente de Pakistán.
Según las previsiones iniciales, el proyecto costará unos siete mil 500 millones de dólares y permitirá bombear hasta la frontera india 33 mil millones de metros cúbicos de gas anuales.
