Por Efrén Urrutia
Puerto Vallarta, Jal.- Amanecía como una jornada habitual, donde la actividad turística del puerto en un día no laboral (Día del Trabajo) representaba calles solas, escuelas vacías, familias reunidas en casa, empresas cerradas… pero nadie imaginaba la psicosis que se iba a generar por un atentado a cinco gasolineras y tres bancos, presuntamente por el crimen organizado.
Así es como se desarrolló el día de aquel viernes negro de 01 de mayo del 2015, cuando de manera “repentina” y jamás esclarecido ni sancionado el suceso por las autoridades mexicanas, Puerto Vallarta y Jalisco se bañaba de humo por la quema intencional con gasolina al suelo en diversos puntos de la entidad.
Ahí en el puerto, autoridades municipales reportaban que las gasolineras donde personas “no identificadas” prenderían fuego, son las ubicadas en: Las Moras, Mismaloya, Rastro, Bobadilla y Avenida México. Las sucursales bancarias vandalizadas fueron Santander y Banorte (ambas de la Avenida Francisco Villa), y HSBC de Las Glorias… puntos donde aún quedan huellas de temor ciudadano.
Fueron al menos 18 municipios de la entidad donde la Fiscalía General reportaba hechos similares con bloqueos con vehículos incendiados y enfrentamientos armados. En Puerto Vallarta no se registró enfrentamiento armado, solo la quema intencional de gasolineras y bancos… fue suficiente para paralizar a la población vallartense.
Y es que tan impactante y sorpresivo fue el atentado que autoridades tuvieron que desalojar los centros comerciales Plaza Caracol y Plaza Galerías, a fin de evitar que fueran blanco de esta ola de violencia que sacudió a Puerto Vallarta… esa, una ciudad amigable con el turista nacional e internacional pero blanco de sucesos que dan la vuelta al mundo.
Tal fue la “sacudida” mediática en contra del puerto, que automáticamente comenzó una campaña masiva de las estructuras de promoción y publicidad turística a nivel nacional e internacional, Fideicomiso de Turismo y Oficina de Visitantes y Convenciones, que semanas después el puerto ya estaba “de moda” nuevamente.
