Por David Díaz
Puerto Vallarta, Jal.- El once de Puerto Vallarta se mostraba como favorito desde semanas anteriores, justo durante la primera etapa de la Copa Jalisco, sin embargo, en los 16avos de final por primera ocasión recibió goles de Tuxcacueso, equipo al que terminó venciendo en casa con marcador apretado. La ilusión de los vallartenses se mantenía pero tendrían que enfrentar a uno de los duros equipos de la justa; solo restaban 16 de más de 100 municipios que iniciaron, y los pata salada soñaban con llegar a los cuartos de final ante su similar de Chapala, pero no ocurrió, Vallarta en su visita fue doblado por los costeños de Cihuatlán por dos goles a cero, marcador que tendrían que superar en casa pero no les alcanzó.
El pasado sábado la cancha de la unidad Agustín Flores Contreras, recibió a cientos de personas, que por primera vez llenaban las gradas del lugar, además de muchas que alrededor del lugar de pie disfrutaban del encuentro. El reto era anotar al menos dos goles sin recibir uno más, y los jugadores del “cremas”, si dieron a la tarea de lograrlo, era complicado ante un equipo de Cihuatlán bien plantado, canchero y conformado con jugadores que entendieron qué tenían que hacer en la cancha. Fue tan bueno el trabajo de los visitantes costeños, que hasta unos minutos antes de terminar el primer tiempo recibieron solo un gol.
El primer gol anotado por los vallartenses, no se comprendió en su totalidad en la cancha por parte de los jugadores al iniciar el segundo tiempo, ya que sin haber pasado más de diez minutos, la desesperación apareció entre los pupilos del “cremas” y en su misma banca, al punto que el equipo dejó de hacer lo que bien sabía hacer, que era realizar juego de conjunto, y que luego en los pases simples y de primera que hacían, solo se convirtió en un monologo de piernas de varios, buscaban llegar hasta la portería con el balón al pie, olvidando la máxima del fútbol asociación.
Los vallartenes perdieron la cabeza antes de anotar el segundo gol, que seguramente habría sido una locura para los visitantes, ante eso, cayó el gol en contra (1-3 global); todo esto sin haber pasado más de 20 minutos; el partido se volvió crespo, rudo, cerrado, sucio, lo cual convenía a los visitantes, luego, los vallarteneses “murieron de nada”, desesperados, molestos, sin visión de campo y juego, respondieron a las “marrullerías” de los de “Cihuatlán” con patadas y más.
El partido se perdió en la cancha, pero a ello se aúna al terrible trabajo del árbitro designado, que permitió que al menos 15 minutos de juego se perdieran en el campo al detener constantemente el juego, muchas jugadas merecedoras de ley de la ventaja fueron detenidas en la media cancha, tarjetas al por mayor, todo ello gracias al permitir el constante juego sucio en la cancha, pudiendo evitarlo desde el comienzo del partido. Dos tarjetas rojas, una justa e inevitable, otra fuera de contexto, al preguntar a su abanderado derecho qué pasaba, juez que negó ver algo sucio en la búsqueda del balón dentro del área, donde el defensa central de Cihuatlán se tira en el área chica convulsionándose, tema que preocupó a muchos, al no llegar la camilla de forma rápida, por suerte luego de su atención rápida por parte de los médicos, se pudo saber que todo fue una “gran actuación” del defensa ante un golpe en el maxilar que nunca se pudo confirmar agresión, a pesar de eso llegó la tarjeta roja para el vallartense.
El juego se fue entre alegatas, poco fútbol, molestia entre jugadores, grescas cercanas a campal, y una entregada afición que se fue triste de la unidad Agustín Flores Contreras. Los vallartenses eran favoritos, sin duda a pesar de su calidad perdieron en la cancha, esperamos verlos pronto de nuevo en el campo y mostrar lo que en ésta ocasión no se pudo entregar.
