(Heraldo) Un enojado padre de familia de una adolescente de 15 años acudió a enfrentar a un hombre de 29 que había estado enviando mensajes a su hija a través de su celular. El hombre encontró al joven dentro de una cafetería donde lo comenzó a agredir al reclamar la actitud que había tenido con la menor de edad.
La agresión quedó documentada en las redes sociales a través de un video grabado por una cámara de seguridad del establecimiento ubicado en el barrio de Pinares en Pereira, Colombia. Cuando el joven de 29 años estaba concentrado de espalda al padre de familia, éste se acercó para atacarlo al darle un fuerte puñetazo en la cara.
¿Por qué el padre de la niña disparó al joven?
Una vez que el hombre de 29 años recibió algunos golpes por parte del enfurecido papá, pudo zafarse para entonces contraatacar y buscó golpearlo también la cara, pero fue detenido por otra persona que de pronto sacó una pistola para amenazar al joven que se había enviado mensajes subidos de tono con la menor.
Pese a ser amenazado, el joven siguió quejándose por haber sido golpeado por lo que fue a una de las cajas registradoras para activar el botón de auxilio para que llegara la policía; pero justo en ese momento, el padre de familia que también estaba armado, apuntó a la víctima.
El papá disparó a quemarropa al joven de 29 años al parecer por encima de la cabeza, ante ello, el sujeto quedó tirado en el suelo, sentado al quedar en una orilla, desde donde el padre de familia siguió con los golpes al propinarle un par de patadas pese a que ya estaba inconsciente.
¿Qué le pasó a la víctima y al papá de la niña?
Uno de los empleados de la cafetería persuadió a los agresores a que dejaran de golpear al joven mientras se llevaba las manos en la cabeza al quedar incrédulo por lo que acababa de ser testigo. Tanto el papá como su acompañante hablaban en una especie de reclamo por haber disparado al sujeto.
El hombre fue asistido por el empleado del lugar y otras personas al tiempo que los dos hombres estaban desconcertados por haber agredido y disparado a la persona con la zozobra de que tal vez pudiera morir por la herida. El papá y su compañero se quedaron en la cafetería a la espera de la llegada de la policía. Se desconoce su situación jurídica.
