(UNOTV) La activista Narges Mohammadi, galardonada este viernes con el Nobel de la Paz, ha dedicado su vida a defender los derechos humanos en su país, oponiéndose al velo obligatorio o a la pena de muerte en Irán y siendo repetidamente detenida y encarcelada desde hace 22 años, cuando se le arrestó por primera vez.
Narges Mohammadi nació el 21 de abril de 1972 en Zanjan, Irán. También es periodista y estuvo involucrada en diversas actividades que critican el sistema judicial y la falta de libertades civiles en Irán. Es vicepresidenta del Centro de Defensores de los Derechos Humanos, fundado por la también Premio Nobel de la Paz iraní Shirin Ebadi.
¿De qué acusan a Narges Mohammadi en Irán?
Su historia y su lucha han sido ampliamente seguidas y apoyadas por organizaciones de derechos humanos en todo el mundo. Su caso destaca la difícil situación que enfrentan muchos defensores de los derechos humanos en Irán y la importancia de su trabajo en la promoción de la justicia y la igualdad en el país.
Por su trabajo como defensora de los derechos humanos ha enfrentado persecución y represión por parte de las autoridades iraníes. Se le ha arrestado en varias ocasiones. En 2016, se le condenó a 16 años de prisión por cargos que incluían “conspiración contra la seguridad nacional” y “propaganda contra el régimen”.
En 2018, fue liberada de prisión debido a problemas de salud, pero en noviembre de 2021 de nuevo la encarcelaron. No ha visto a su marido, ni a sus dos hijos, exiliados en Francia, desde hace ocho años. Por su lucha, Narges Mohammadi recibió el Nobel de la Paz.
Narges Mohammadi y las mujeres sin velo en Irán
Narges Mohammadi, de 51 años, aceleró las recientes protestas que exigen democracia, libertad e igualdad en Irán, tras la muerte en 2022 de Mahsa Amini, detenida por vulnerar las normas iraníes sobre vestimenta femenina. El 16 de septiembre, junto con otras tres prisioneras, quemó sus velos en el patio de la cárcel.
Su protesta provocó que las mujeres en Irán salieran en público sin velo, en particular en Teherán y otras grandes ciudades de Irán, a pesar de los riesgos, algo impensable hace un año. La activista expresó en septiembre sus esperanzas de un cambio en Irán, pese a no tener perspectivas de salir de prisión y el dolor que supone estar separada de su familia.
En una entrevista a AFP, a la cual respondió por escrito desde prisión, señaló que Irán ya había vivido repetidos estallidos de protestas antes de septiembre de 2022 e insistió en que el movimiento de protesta que estalló hace un año contra la república islámica siga vivo.
“El gobierno no fue capaz de doblegar las protestas del pueblo iraní y creo que la sociedad ha logrado cosas que han debilitado los cimientos del poder religioso-autoritario. Hemos visto ciclos de protestas en los últimos años y esto demuestra el carácter irreversible de la situación“.
Actualmente, cumple una condena de 10 años y nueve meses. También se le castigó con 154 latigazos y tiene cinco causas abiertas en su contra por sus actividades en la cárcel. En total, ha sido arrestada 13 veces, la última ocasión por “difundir propaganda”.
Al anunciar el premio para Mohammadi, el Comité del Nobel confió en que Irán la libere para que asista a la ceremonia de premiación para diciembre próximo. Su premio se produce a más de un año de protestas encabezadas por mujeres en Irán.
