Guadalajara, Jal. (El Sol de León).- En Jalisco una serie de reportes periodísticos señalan que su situación de seguridad se caracteriza por la incertidumbre en que vive la mayor parte de la ciudadanía ante la probabilidad de ser víctimas de la delincuencia y también de elementos de Seguridad Pública en sus municipios. El crimen organizado infiltró los cuerpos policiales, al grado de organizarse en bandas para robar, secuestrar y entregar personas a grupos delictivos; se suma a estas prácticas las desapariciones de elementos de la Sedena, lo que muestra que los conflictos entre cárteles de la droga no se limitan a enfrentamientos entre sí, sino que realizan acciones ante quienes tratan de evitar la distribución de estupefacientes. Hay que subrayar la cobardía que distingue a estos grupos pues sólo se enfrentan a las Fuerzas Armadas cuando los cuadruplican o quintuplican en número. La frontera entre Michoacán y Jalisco, es un eje de operaciones para cárteles como el de “Jalisco Nueva Generación”.
Jalisco se ubica ligeramente por debajo del promedio nacional en la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes. Al observar los datos graficados en la línea del tiempo desde el año 2000 y hasta el 2016 llama la atención la correlación que existe entre las cifras del promedio nacional y las cifras sólo para el estado de Jalisco, ambas líneas se comportan de manera casi exacta, cada una en su proporción debida, esto lleva a pensar en Jalisco como el estado referente del fenómeno de homicidios en el país, en otras palabras, lo que sucede en Jalisco es un referente, en menor proporción, de lo que sucede en el país.
Las cifras de robo de vehículo están por encima del promedio nacional, particularmente en el año 2017, en que se aprecia un ascenso en los robos de vehículo en su modalidad con violencia. En el periodo enero-junio de 2016 se cometieron 1,171 robos de vehículo con violencia, y en el 2017 2,603, un incremento del 122%. En el resto del país, lo que se observa es que la mayoría de robos de vehículo se cometan sin violencia y también era el caso para Jalisco, pero en 2017 los datos indican que la mayoría de robos se cometen con violencia.
En cuanto a la percepción de seguridad por parte de la ciudadanía existe un marcado contraste entre Guadalajara y Puerto Vallarta a partir de los datos proporcionados por la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana. En Guadalajara el 68% de los encuestados manifestó sentirse inseguro mientras que en Puerto Vallarta sólo el 30%, cabe señalar que ambos porcentajes se ubican por debajo de la media nacional que es de 74%. En Puerto Vallarta la percepción de seguridad va en ascenso: 60% (Dic. 2016), 69% (Mar. 2017), 71% (Jun. 2017), lo cual es una tendencia contraria a las cifras promedio en el resto del país.
En lo que va del 2017 se han presentado 9 casos de secuestro según las cifras publicadas en el sitio web del SESNSP. Estas cifras coinciden con documentos estadísticos elaborados por la Coordinación Nacional Antisecuestros (CONASE). Según el reporte elaborado por la CONASE Jalisco ocupa el décimo séptimo lugar en número de secuestros en lo que va del año 2017.
Por último llama la atención el porcentaje de sobrepoblación carcelaria: 74.41%. Según cifras del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad y Sistema Penitenciario Estatales 2016, Jalisco tiene una capacidad instalada para resguardar a 9,715 internos, sin embargo la cifra de internos es de 16,944, es decir, un exceso de 7,229; esta cifra coloca a Jalisco como la cuarta entidad del país con mayor exceso de población penitenciaria en México, sólo superada por Hidalgo, Estado de México y Nayarit.
