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De las Ex parejas y el perdón

Por Jason Vásquez

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«Tú no eres una buena pareja y si le preguntas a todas tus ex estoy segura que te dirán lo mismo»

En mis oídos retumbaron estas palabras con este efecto que emplean casi todas las películas para acentuar la acción dramática.

Es decir, de sílaba en sílaba y en slow motion como para que no haya duda que el mensaje permee en uno.

¡TÚ, NO E-RES U-NA BUE-NA PA-RE-JA!

Sólo atiné a sonreír, porque en el fondo no tenía la certeza o alguna coartada a la mano para poder defenderme de aquella acusación que me escupían directo a la cara la tarde de ayer.
Después de pagar la cuenta me pareció una idea divertida enviar un mensaje a las personas que podrían darme su particular punto de vista.

Es decir, a quien yo consideraba tendrían la honestidad para contestar, sobre todo por ser especiales para mí.

Debo de confesar que en el «experimento» también le pregunte a amigas muy queridas que tienen años de conocerme y que si bien no tienen una referencia mía como pareja, si han visto cómo en el transcurso de los años me he relacionado con personas maravillosas.

Las primeras reacciones fueron de:
¿Porqué me preguntas esto después de tanto tiempo?
¿Estás bien?

Después una mezcla entre diversión y sentimientos encontrados.

Pedí como favor especial que contestaran con toda la honestidad posible, realmente quería conocer su versión y cómo me percibían como pareja.

¿Qué les digo?

Los sentimientos me sobrepasaron uno por uno en una incontenible avalancha de voces, recuerdos, palabras, apodos, caras, años, hijos…

Y encontré dolor, dolor que a pesar de los años dejó cicatrices aún visibles…

Encontré desilusión, lágrimas y reproches.

Algo que comenzó como un juego se convirtió en una enorme bolsa de mierda explotándome en la cara…

Y en medio de estos mensajes, llamadas y Skypes no puede evitar tener que pedir una disculpa con la cara descompuesta de la vergüenza por cada infidelidad, por cada omisión, por cada descuido como pareja.

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Por creerme un pinche artista de a peso y haber pasado por alto una casa, una familia y a muchas personas valiosas que lo único que tienen en común, es que siempre estaban dispuestas a partirse la madre por un proyecto en conjunto…

A partirse la madre por mi….

Si has leído esto hasta este punto, intuirás que no soy una buena pareja en lo absoluto.

Sin embargo y en mi defensa, después de cada reclamo, de cada acusación de mis delitos, encontré algo que no esperaba, amor en cada una de ellas. ¿Sabes? amor, cariño y respeto que no merecía, pero que ahí estaba oculto en el fondo. (Es decir, primero me dieron en la madre todas en bola y después, después vino la parte de la conciliación y el perdón).

La mayoría coincidió en que no soy una mala persona y que salvo mis estúpidos deslices, podrían haber pasado el resto de su vida a mi lado…

En las horas compartidas, en los partos y legrados, en los viajes y las noches a escondidas, en los años en que crecimos juntos, en las miradas de nuestros hijos, y de los hijos que jamás llegaron, o de los hijos que jamás fueron nuestros. En las noches en que no había para comer y en los restaurantes y bares de copas donde vivíamos como si no hubiera un mañana.

La última cosa en la que hubo un acuerdo mutuo -y que me sorprendió bastante-, fue en el hecho de que jamás se podrían arrepentir de haber salido con el tipo más inestable del universo.

Y eso es algo que no puedo pagar con nada.

Escribo esto porque estoy a unos meses de cumplir cuarenta, porque estoy hasta la madre de auto sabotearme emocionalmente, porque quiero una relación, sana, estable, permanente y tan fuerte que resista cada embate, cada marejada, y cada alerta de tsunami de la vida misma…

Escribo esto porque ahora sé que tengo que hacer para que las cosas funcionen, pero también sé que no tengo que hacer para que las cosas se vayan al carajo.

Escribo esto con mucha vergüenza, pero también con mucho amor y con muchos huevos, porque no es nada fácil expiar las culpas y exorcizar lo demonios en público.

Pero sobre todo…

Escribo esto a manera de recordatorio permanente.

Para que no vuelva a lastimar a nadie jamás en la vida, porque nunca sería quien soy sin la enorme fortuna de haberme cruzado en la vida de cada una de ustedes…
Con todo mi amor y admiración por cada camino compartido
(y extremadamente divertido)

 

Vallarta, Mayo 2016

cerrando ciclos para comenzar una vida desde la perspectiva del respeto y el cuidado.

 

Blogguer: De las cosas sencillas.
Twitter: @jasonpata
Contacto: jasonvasquezmarketing@gmail.com

Del autor:

Jason Vásquez es: clown (conocido), músico (desafinado), dramaturgo (incipiente), escritor (de baqueta) y Director del Festival internacional de Circo, Comedia y Artes de la Calle VIDAFEST y de la Compañía Pata de Perro, desde hace veinte años.

 

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