El estadio Pegaso lució pletórico, con sus 7,500 butacas ocupadas y que vibraron al ritmo del “deporte blanco”.
Con set arriba en el marcador y la ventaja anímica, Juan Martín le robó el servicio al sudafricano en el tercer “game”. Todos los presentes sabían que era juego terminado. Imposible que se le fuera un juego tan dominado al tandilense. El resto fue jugarle el “slice” de revés y tiro potente con la derecha para castigar a un Anderson que simplemente no la ve llegar. Se han enfrentado en siete ocasiones dentro del circuito profesional y en todas ha salido Delpo con la mano en alto.
Kevin llegó a acusar un dolor en el codo derecho, pero todo quedó en un susto que no desconcentró el paso del argentino a su título. El famoso “Guaje de Plata” tiene nuevo dueño, y para deleite de los aficionados, es uno de sus grandes consentidos.
Al final tuvo un triple match point, aprovechó el primero, alzó las manos, y celebró su título número 21 de su carrera.
Si el año pasado se despidió en manos de Novak Djokovic, en lo que fue el mejor partido de esa edición, ahora no solamente rompió con sus fantasmas en Acapulco donde las lesiones y ese tipo de rivales lo mantuvieron al margen, también lo hizo deshaciéndose de tres de los diez mejores tenistas del mundo.