Ciudad de México. (El Economista).- Desde antes de la pandemia se sabía que Latinoamérica y específicamente México es una de las regiones más peligrosas y violentas para ejercer el periodismo, hoy a esta cifra se le agregan las muertes por Covid-19 y la falta de garantías en la protección de su salud.
De acuerdo con datos de la Press Emblem Campaign (PEC), una organización sin fines de lucro con sede en Suiza, hasta el 16 de marzo 908 periodistas han muerto por Covid-19 en 70 países. De estos, 505 ocurrieron en 18 países de América Latina, es decir, el 55 por ciento.
La primera muerte registrada de un periodista de América Latina ocurrió el 28 de marzo de 2020, se trata de Lauro Freitas Filho tenía 61 años y era editor en jefe de Monitor Mercantil, donde trabajaba desde 1988. Cuatro días después, era el peruano Ricardo Gutiérrez Aparicio, miembro del Colegio de Periodistas de Lima.
Los casos más recientes son el brasileño Robson Filene de Oliveira, de 52 años, y el mexicano Hugo Sánchez Izquierdo, de 56 años, quien pasó la mayor parte de su carrera en Red de Cinco Radio, en Puebla. Los dos murieron el lunes 15 de marzo de 2021.
Desde la primera muerte registrada, la región ha tenido un promedio diario de 1,44 muertes de periodistas y solo en las últimas dos semanas, se han agregado 21 muertes.
Los tres países latinoamericanos que lideran el ranking de muertes son:
Perú con 135
Brasil con 113
México con 89
Ecuador (42) y Colombia (38) también forman parte del top 10 mundial.
Este conteo se realiza desde marzo de 2020 con base en la información publicada en prensa local, encuestas de sindicatos y organizaciones nacionales de periodistas, así como búsquedas en Internet y redes sociales en diferentes idiomas.
Mayores garantías
De acuerdo con la información de Júlio Lubianco, periodista brasileño que colabora con el Knigth Center a través de LatAm Journalism Review (LJR), esta organización comenzó a trabajar para honrar a los periodistas asesinados en el mundo y para llamar la atención sobre la función social de la categoría en la lucha contra la pandemia.
“Los periodistas pagan un alto precio en esta pandemia. Tienen un papel fundamental que desempeñar en la lucha contra el virus. Deben proporcionar información sobre el terreno y su seguridad está particularmente en riesgo. Varios de ellos murieron por falta de las medidas de protección adecuadas cuando realizaban su trabajo”, dijo Blaise Lempen a LJR.
Por ello, “La PEC quiere aumentar la conciencia de los riesgos entre periodistas, empresas de medios y gobiernos. Pedimos más medidas de protección para ellos y en este punto de la pandemia solicitamos vacunas tempranas para los periodistas en primera línea”.
Este es un llamado para que los ministerios de salud, incluida la Secretaría de Salud en México, incluya a los periodistas en el grupo de vacunación prioritaria. La organización argumenta que se les debe tomar en cuenta como servicio esencial con una alta tasa de mortalidad.
En esta investigación podemos encontrar a compañeros como Gerardo Valtierra, excomentarista deportivo de Televisa, Juan Arvizu Arrioja, cronista de El Universal, Hugo Isaac Robles Guillén periodista radiofónico en San Cristóbal, Azucena Rosado Sosa, periodista digital en el sur de Veracruz, o Martín Mendoza Flores, columnista en El Debate, entre muchos otros a los que se les rinde homenaje. El proyecto puede ser consultado a través de esta página.
