México (Debate).- La señora María N. fue agredida la madrugada del día 19 de abril en su propia casa, cuando un hombre entró, atacándola en varias ocasiones con un arma blanca y la violó. Fue trasladada al hospital en la mañana de ese día, cuando sus hijos descubrieron el hecho.
En el nosocomio perdió la vida la noche del día viernes debido a estos ataques.
La víctima y vivía en una comunidad que pertenece a la sindicatura de Aguaruto, Culiacán, y, según sus vecinos, ella era muy tranquila y amiga de todo el mundo, por lo que no entienden por qué alguien entró a su casa para agredirla con tal saña.
Este es el feminicidio número 14 en lo que va del año en el estado deSinaloa, el segundo del mes de abril.
No pueden hablar con nadie
Al acudir con los familiares de la señora María N. a la Subprocuraduría zona centro, una trabajadora de la Agencia del Ministerio Público Especializadaen Delitos Sexuales, quien no se identificó, impidió a la hija, hijo y acompañante que hablaran con representantes de esta casa editorial.
Siendo las 15:45 horas, exclamó que ya estaba cerrada la agencia. La hija de la víctima solo pudo decir que en ese momento la familia se encontraba muy dolida, mientras los integrantes de EL DEBATE se retiraron del lugar para que pudieran cerrar con llave.
Una persona tranquila
La vecina y amiga de la señora María N. comentó que no podía creer lo que había sucedido, la noche transcurrió tranquila y fue hasta la mañana cuando supieron lo que había ocurrido, por lo que aseveraron que la víctima no gritó cuando fue atacada.
La mujer que fue atacada vivía en una casa junto a la de su hijo, quien, según los vecinos, dijo que no había escuchado nada extraño durante esa noche.
María N. era considerada como una mujer tranquila, por lo que los vecinos temen que el agresor haya intentado robarle antes de asesinarla, pues aseguran que acababan de cobrar el apoyo del programa 70 y Más; sin embargo, por la manera que lo hizo, consideraron que el asesino pudiera ser «un loco», pues a lo que los vecinos pudieron observar, también tenía mordidas en diferentes partes del cuerpo.
Ella se llevaba bien con la gente y todo bien, muy tranquila, nunca se metía con nadie, dijo una de ellas.
«Ella era una persona muy trabajadora, ella buscaba aquí su platito de comida para comer y se acomedía en cualquier casa para trapear y sacar para sus alimentos», expuso otro de los vecinos de María N.
A pesar de no saber aún quién es el asesino, aunque ya tienen sospechas de una persona, señalan que, de saber quién cometió el feminicidio, en la comunidad donde vivía la víctima lo podrían linchar, pues la señora mayor de edad era apreciada por la comunidad.
