El joven de 25 años fue operado de urgencia en un hospital de Empangeni en Sudáfrica, donde le extrajeron de su estómago dos kilogramos de objetos metálicos. El hombre sufre un desorden alimenticio, lo que provocó el deseo de comer monedas, llaves, cadenas, destornilladores y clavos.
Al ingresar en el hospital vomitando sangre, los médicos pensaron que sufría de una úlcera, pero al realizarle una radiografía comprobaron una curiosa colección que escondía en su estómago.
El doctor, responsable de la intervención, ha asegurado que en toda su carrera solo había visto un caso parecido, pero este sin duda es el que más objetos metálicos había ingerido.