Por Salvador Cervantes
Para los que dicen que el cambio climático no existe, vamos a analizar 4 datos que resultarán interesantes para ponernos a pensar qué hemos hecho con el planeta.
IMAGEN DEL HURACÁN PATRICIA 2015
En octubre de 2015 el huracán Patricia, amenazó fuertemente las costas del Pacífico y alcanzó la categoría 5 (la más alta en la escala) en menos de 10 horas después de haberse formado como tormenta tropical, no bastando esto llegó a registrar velocidades de viento sostenido de 325 km/h, superando incluso los previstos en la escala de Saffir Simpson para esta categoría que son de 250 km/h. Cabe destacar que éste huracán fue considerado por muchos el más peligroso de la historia del Pacífico, esto sin dejar de lado la consideración de su rápida dispersión, una vez que se impactó en la costa sur de Jalisco, hacia los límites con Colima.
En enero del 2016, el atípico Huracán Alex se generó en el Atlántico, convirtiéndose en el primer huracán en formarse en el mes de enero, desde 1938, tal parece que a este sistema no le importó que la temperatura de la superficie del mar no estuviera por arriba de los 26 grados centígrados, lo cual regularmente sucede en los meses de verano y otoño.
Hace unos días, en este mismo mes de julio el Huracán Frank se formó frente a las Costas de Colima, aunque este no rebasó la categoría 1, fue el sistema tropical que rompió récord de formación de huracanes para el mes de julio con el número cinco.
Finalmente, otro dato interesante es lo que está pasando en el Atlántico, donde desde hace varias semanas no se ha registrado la formación de ciclones tropicales. A la fecha sólo 4 sistemas con nombre se generaron en esta cuenca, esto gracias a un gran aporte de lo que es conocido por expertos como Polvo del Sahara, con un bajo contenido de humedad que ha cambiado las condiciones favorables para la formación de ciclones, pero eso sí, nos permiten disfrutar de atardeceres y amaneceres rojizos que se pueden apreciar en el Caribe mexicano.
IMAGEN REPRESENTATIVA DEL POLVO DEL SAHARA
Datos como estos seguramente se volverán más comunes al paso del tiempo, no dudaría que otros récords se rompieran en lo que resta de la temporada de lluvias y ciclones, sobre todo considerando que los meses de septiembre y octubre, son los que presentan la estadística más alta de formación ciclónica, así como de incidencias relacionadas con estos fenómenos.
Por ello es importante reconocer que estamos viviendo condiciones climáticas diferentes a las que históricamente se han presentado, no sabemos si los fenómenos naturales se presenten en mayor o menor magnitud, tal parece que serán mayores. Lo que sí debemos comprender es que nuestra sociedad deberá enfrentar con acciones contundentes esta realidad y buscar la manera de adaptarse a nuevas y a veces desconocidas condiciones de riesgo.
Hasta la próxima.
