Moscú (ESTO).- Con todos los problemas previos al Mundial, era difícil pensar que España lograra algo grande en Rusia 2018. Y aunque lucía favorita frente al anfitrión, al equipo de Fernando Hierro todo lo que en su momento tenía La Furia Roja. Todo eso provocó que los rusos trabajaran con orden el partido y con el empuje de su gente, llevaron el partido hasta la serie de penaltis. Una vez ahí, Koke y Aspas fallaron desde los once pasos y los anfitriones no paran de celebrar su pase a los cuartos de final. El 1-1 durante 120 minutos, se definió con un 4-3 en emotiva serie de penaltis que favoreció a los de casa.
Estadio lleno para recibir de nuevo a la Selección local. Una afición entusiasta y entregada, que no está acostumbrada a vivir éxitos futbolísticos de este tamaño. Organizar un Mundial y estar a las puertas de las semifinales, no es poca cosa para Rusia, que crecerá con este resultado en espera de llegar más lejos.
España arrastró muchos problemas y terminó por exhibirlos ante 78 mil espectadores en el estadio Luzhniki, que fue la locura cuando los españoles fallaron el penalti decisivo. A pesar de que fue un día lluvioso, el clima respetó en gran medida el horario del partido y hasta salió el sol, situación que obligó a los jugadores a refrescarse constantemente. Se venía un gran desgaste físico, con alargue incluido.
GOL TEMPRANERO
España estaba obligada a dar un golpe de autoridad en este Mundial. Pese a tener al anfitrión enfrente, la jerarquía de equipo grande, obligaba al equipo de Fernando Hierro a plantarse con autoridad ante el organizador de la fiesta que se plantó con un claro 5-4-1.
De entada, llamó la atención la ausencia de Iniesta. La Roja pretendió tener un equipo más dinámico en el terreno de juego y mayor profundidad, aunque Isco y Diego Costa apostaron muy poco, sobre todo éste último. Sin embargo, los campeones del mundo en el 2010, marcaron pronto el primer gol, que parecía encaminarlos a un triunfo sin mayores sobresaltos. Fue un tanto lleno de fortuna. Sergio Ramos peleó un balón que terminó en claro autogol.
Los rusos arrancaron el encuentro con puros jugadores que actúan en el futbol local. El técnico dejó en el banquillo a Denis Cheryshev, quien juega en España y es de lo mejor que tienen. El partido no fue bueno. Se jugó con seriedad y tensión. Nadie fue capaz de romper los rígidos esquemas de jugar a no perder. Rusia tuvo calma. Quería atacar, pero necesitaba hacerlo con precaución. Todo el equipo tenía la misión de defender, hasta que un penalti les sonrió y así llegó el empate.
Para el segundo tiempo, el técnico Cherchesov empezó a mandar cambios de inmediato. Incluso entró Cheryshev en medio de una gran ovación. Rusia quemó pronto sus tres cambios. Así que Hierro respondió con Iniesta al minuto 66. ¿Demasiado tarde? Mucha posesión de pelota, sin ideas ni profundidad. El público presionó en todo momento. Dio la impresión que los españoles tenían más prisa por tomar el avión, que por anotar el segundo gol.
Diego Costa decepcionó en el ataque y se fue. Rusia seguía atrás. Antes de llegar al alargue, Iniesta y Aspas generaron una jugada de peligro, que Akinfeev resolvió en una doble reacción. ¡A los tiempos extras!
Ahí la historia fue la misma. Posesión española frente a paciencia y disciplina rusa. Aquí aplicaba el uso del cuarto cambio y primero lo hicieron los locales. En el segundo tiempo extra, España tuvo una y después reclamó un penal inexistente porque hasta el VAR tuvo que intervenir.
En la serie de penaltis, el drama fue total, sólo Koke y Aspas no pudieron con Akinfeev. El guardameta ruso no sólo fue el jugador del partido, sino el héroe de todo su país.
