Baja California Sur (El Economista).- Luego de varios años de litigio, el megaproyecto hotelero Península de los Sueños (PDLS) recibió luz verde por parte de Semarnat.
Se trata de un desarrollo de 7,300 unidades residenciales y 8,000 cuartos de hotel a construirse con una inversión de 16,500 millones de pesos en los próximos 60 años, sobre una superficie de más de 3,500 hectáreas en el área de Punta Arenas, playa La Ventana, cerca de la comunidad agrícola de Los Planes, al sur del municipio de La Paz, Baja California.
Además de procesos legales, el proyecto fue duramente cuestionado por ambientalistas, quienes consideran que la construcción de esta nueva ciudad supone fragmentar ecosistemas, erradicar especies locales, contaminación lumínica, emisión de gases invernadero, drenaje que contaminará el mar, barreras en corredores de vida, incremento de tráfico marítimo, introducción de especies exóticas, mayor demanda eléctrica, entre muchos otros.
La firma Península de los Sueños asegura que este desarrollo “añadirá valor social al valor natural del ecosistema costero del municipio de La Paz”.
Clubes y parques integran su infraestructura mayor
Además de las villas, condominios, residencias turísticas y los cuartos de hotel, el proyecto incluye una aeropista, espacios abiertos para áreas deportivas y recreativas, como polo, futbol, golf; una marina con capacidad de 446 posiciones de atraque, un lago interior, áreas comerciales, 10 parques públicos, clubes de playa y senderos interpretativos, áreas de conservación ambiental, (1,055 ha), centro comunitario equipado con escuelas, parques, zona de viviendas para trabajadores con servicios, campus de energías renovables, vialidades y accesos, plantas desaladoras y de tratamiento de aguas residuales, así como una estación de transferencia.
Según la empresa, PDLS forma parte de un plan de desarrollo sustentable e integral, “planeado bajo los principios de política ambiental; es decir, ha considerado en primer orden los instrumentos de planeación territorial tanto a nivel federal como estatal y municipal… para tomar medidas de prevención y mitigación ambiental, no solamente para el manejo, uso o aprovechamiento de los recursos naturales, sino también para la protección y/o conservación de los ecosistemas de una forma sustentable”.
Historia de despojos
Durante el periodo de consulta pública del proyecto, el Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable de Baja California Sur recomendó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no aprobar el megadesarrollo turístico-inmobiliario por los impactos negativos que éste supondrá para el entorno, además de que el área de impacto forma parte de un decreto que data de los años 80, en el cual se establece que esa zona tiene una vocación turística, de parque nacional y reserva de la biosfera.
Reportes periodísticos de Baja California dan cuenta de que los orígenes del proyecto se remontan a 2010. Se menciona el nombre de Kerry Roger, acusado de vender terrenos propiedad de Península de los Sueños de manera fraudulenta, pues él no era el propietario de los mismos. A partir de entonces se detona una sucesión de litigios por la posesión de los terrenos, invasiones, venta y reventa de terrenos, acusaciones de despojo por parte de ejidatarios, lo cual finalmente concluye en la aprobación del proyecto por parte de Semarnat el 11 de mayo pasado.
